DIARIO DE VINCE Día 70 D.D.Z.
Después de que termine de escribir ayer en la noche sorprendentemente llegaron los gordos sin ninguna herida. La chica y el perro al parecer no lo lograron…
Regresaron molestos, preguntando y zarandeando a los viejos y al flaquillo llamado Paco; haciendo las típicas preguntas. ¿Por qué no la detuvieron?, ¿Por qué no nos avisaron?, ¿tanto miedo tenían? No lo permití más. Enojado los aparte de los demás y les respondí con un grito -¿Qué diablos creen que hacen? No tienen ningún derecho a reclamar eso.
Después de que termine de escribir ayer en la noche sorprendentemente llegaron los gordos sin ninguna herida. La chica y el perro al parecer no lo lograron…
Regresaron molestos, preguntando y zarandeando a los viejos y al flaquillo llamado Paco; haciendo las típicas preguntas. ¿Por qué no la detuvieron?, ¿Por qué no nos avisaron?, ¿tanto miedo tenían? No lo permití más. Enojado los aparte de los demás y les respondí con un grito -¿Qué diablos creen que hacen? No tienen ningún derecho a reclamar eso.
Un golpe de
improviso hacia mi rostro me calmo. Con voz fuerte y molesta me gritó John:
“ella no se puede defender sola,
idiota”. Todavía retumba en mi
mente esa frase; yo quejándome el día anterior de que no había mujeres y no pude
proteger a la primera que encontramos después de bastante tiempo. Solo me quede
callado.
Ellos inmediatamente después de eso pidieron hablar con el que está al mando. Sin pensarlo dos veces apunte hacia la camioneta donde dormía Yuma. Ellos se fueron directamente hacia allá. Decidí dormir y descansar del ajetreo.
Otra vez soñé con Norma. ¡Maldita sea! Soñé como la devoraban y ella gritaba: ¡SALVAME, SALVAME! Entre gritos de dolor y pánico la dejaba…
Huí para salvar mi vida.
Aun tengo muy fresco el recuerdo de cómo la perdí, estábamos escapando hacia la zona segura protegida por el gobierno, así como nosotros, miles iban sin suponer que estaría atestado de gente con la misma intención. El ruido y el tumulto hacían que los zombis fueran hacia aquel lugar. Tenias que pasar varios cercos sin contar la gente que ya venía infectada y uno que otro loco que solo quería sacar algún beneficio de la situación, era un caos total.
Éramos de los últimos. Por mi indiferencia e ingenuidad hacia lo que sucedía no tome ningún tipo de anticipación ante el día Z, eso fue un error garrafal, para mí solo era un día de esos cuando no se iba a trabajar y podíamos beber y ver la televisión sin que nada nos perturbara.
De la nada salió una horda de zombis, el ejercito comenzó a disparar sin que les importaran los civiles que estaban entre ellos y los zombis, teníamos que huir pero no había hacia donde, los zombis me arrebataron a Norma, intente salvarla, pero eran tantos… y las personas que se defendían y luchaban contra los zombis morían por las balas del ejercito.
Tuve que correr y huir. ¡Qué patético! debí morir con Norma.
Como te extraño NORMA…
Ellos inmediatamente después de eso pidieron hablar con el que está al mando. Sin pensarlo dos veces apunte hacia la camioneta donde dormía Yuma. Ellos se fueron directamente hacia allá. Decidí dormir y descansar del ajetreo.
Otra vez soñé con Norma. ¡Maldita sea! Soñé como la devoraban y ella gritaba: ¡SALVAME, SALVAME! Entre gritos de dolor y pánico la dejaba…
Huí para salvar mi vida.
Aun tengo muy fresco el recuerdo de cómo la perdí, estábamos escapando hacia la zona segura protegida por el gobierno, así como nosotros, miles iban sin suponer que estaría atestado de gente con la misma intención. El ruido y el tumulto hacían que los zombis fueran hacia aquel lugar. Tenias que pasar varios cercos sin contar la gente que ya venía infectada y uno que otro loco que solo quería sacar algún beneficio de la situación, era un caos total.
Éramos de los últimos. Por mi indiferencia e ingenuidad hacia lo que sucedía no tome ningún tipo de anticipación ante el día Z, eso fue un error garrafal, para mí solo era un día de esos cuando no se iba a trabajar y podíamos beber y ver la televisión sin que nada nos perturbara.
De la nada salió una horda de zombis, el ejercito comenzó a disparar sin que les importaran los civiles que estaban entre ellos y los zombis, teníamos que huir pero no había hacia donde, los zombis me arrebataron a Norma, intente salvarla, pero eran tantos… y las personas que se defendían y luchaban contra los zombis morían por las balas del ejercito.
Tuve que correr y huir. ¡Qué patético! debí morir con Norma.
Como te extraño NORMA…
Diarios perdidos Z
LORD KAOZ SIK
LORD KAOZ SIK
No hay comentarios:
Publicar un comentario